09 de del 2015 La Nación | Cuatro éxitos nacidos en la Argentina
Daniel Jejcic y Pablo Orlando crearon en 2007 GoodPeople, una tienda online de artículos para deportes extremos y lifestyle; Francisco Murray fue uno de los fundadores hace nueve años de Paez, una marca de alpargatas que fabrica un millón de unidades por año; Antonio Dimare llegó de Italia hace 50 años y fundó la firma que lleva su apellido y creó la marca Blocky y Rasti que hoy manejan sus hijos, y Guillermo Pino dio vida a Plin Plin un payaso que educa y entretiene, y ya captó la atención de Disney Junior Latinoamerica. Estos cuatro casos de empresarios argentinos demuestra el potencial emprendedor que tiene el país. Jejcic, Murray, Pino y Gabriel Dimare (uno de los cuatro hijos de Antonio, que hoy ocupa el cargo de director comercial) dieron el presente en el encuentro "Pymes, motor del desarrollo. 50 claves para las Pymes", organizado por LA NACION, el miércoles 29 de julio, en el Museo de Arte Latinoamericano (Malba). La idea de GoodPeople se convirtió en un negocio redondo: arrancó con una inversión inicial de 100.000 pesos y hoy factura $ 1 millón por mes solo en el país, abarca el mercado argentino y el estadounidense, tienen oficinas en Buenos Aires y en California. Pero, por sobre todas las cosas, les dio a los emprendedores la independencia que tanto anhelaban. "En la empresa tenemos un lema que es go big or go home [ir por algo grande o ir a casa], que tiene que ver con arriesgarse y superarse día a día -dijo Jejcic-. Elegimos el segmento de los deportes extremos porque nos sentíamos cómodos, fue pura pasión." Los fundadores de Paez no inventaron nada nuevo, sino que eligieron un producto tradicional, la alpargata, y la reinventaron con un estilo moderno y urbano. Así, generaron oportunidades de negocios que hoy los llevan a vender por todo el mundo y a ser una empresa global; hoy comercializan en Taiwán, España, Australia y Portugal, entre otros países. "Elegimos un portal de comercio exterior online (del estilo Alibaba) y subimos una foto de las alpargatas. No teníamos presupuesto para contratar un fotógrafo, por eso pusimos las alpargatas con nuestras manos contra la pared blanca, le sacamos una foto, la «tuneamos» un poco y la subimos", recuerda Murray. En el caso de Rasti, la empresa pasó por varias etapas desde su fundación. Pero fue en 2002, después de la devaluación del peso argentino, que renació: volvió a fabricar, pero esta vez incluyó la gestión de marca entre sus prioridades. Sobre este punto, Dimare dijo que la clave para ser un productor exitoso es generar experiencias a partir de las marcas. "Los fabricantes tenemos que aprender a competir para no dormirnos", afirmó. Pino contó su historia en plural: en la empresa trabajan 30 profesionales de diferentes carreras para sumar valor agregado, todos integran su equipo de confianza. "Lo primero que tuvimos que vencer fue fueron nuestros propios «no»", contó. Y concluyó: "Cuando decidí abrir mi propio camino fue algo muy especial, porque se trató de apostar a lo que yo creía". Con la vista afueraExportación En los cuatro casos, las empresas tuvieron como finalidad trascender las fronteras de la Argentina Creatividad El objetivo de salir al mundo no se logra si no se cuenta con voluntad, innovación y un objetivo claro Fuente: La Nación Descargar nota completa |